PERSONAS ALCANZADAS POR EL CENTRO DE ASISTENCIA A LA VÍCTIMA
El Centro de Asistencia a la víctima fue puesto en funcionamiento en el mes de Septiembre de 2011, regulando su funcionamiento la Acordada Nº 134/11 del Poder Judicial en donde establecieron los Jueces del Superior Tribunal de Justicia en el Expte. Nº 2429/10 de “Planificación previa a la vigencia del nuevo Código Procesal Penal (Ley 5623). Medidas a disponer a los fines de su aplicación”, considerando que corresponde reglamentar la aplicación de los artículos 159 a 163 del Código Procesal Penal.
Ahora bien, en la práctica, el CAV funcionó cumpliendo las disposiciones de la acordada parcialmente, así frente a la víctima se brindó acompañamiento asistencial a través del psicólogo, y asesoramiento jurídico a través del abogado. No hubo participación alguna en calidad de querellante particular (último párrafo art 161 CPP) agotando la función en el acompañamiento referido.
El 17 de Diciembre de 2015 se sanciona la Ley N° 5895 de creación del Ministerio Público de la Acusación.
Teniendo en cuenta su impulso y también el cambio de paradigma al modelo acusatorio, sumado a la propuesta de la justicia restaurativa, fue que se abrió la puerta a quien se presenta como víctima. Este marco conceptual, evidentemente, ha sido terreno propicio para que quien se pretende víctima ingrese al proceso penal con facultades diversas y su reconocimiento como parte procesal para retomar la conducción de su conflicto dentro de un marco jurídico.
El Centro de Asistencia a la Víctima debe asumir un rol activo respecto la víctima, y para lograr el efectivo acceso de ésta a la Justicia, acompañándola plenamente durante todo el proceso penal, incluso antes que se hubiere formulado la denuncia correspondiente.
Asimismo se le ofrece a las victimas y/o sus familiares la posibilidad de constituirse en querellante particular en el proceso. Esta constitución, prevista por el último párrafo del art 161 del C.P.P. para aquellos casos en que las víctimas carezcan de recursos para designar abogado de la matrícula.